... enero de 2014
Bueno, es muy curioso que este nuevo año no me haya dejado
mucho tiempo o actitud para darle un saludo. He tenido intenciones vagas de
escribir uno que otro cuento o algún ensayo y me choco con frecuencia con la
impertinencia de la cotidianidad que ocupa mi cabeza en otros menesteres, pero
también he estado pensando y dedicando acciones en función de un nuevo
proyecto. ¡Así es! He querido varias veces retomar mi blog, darle un poco más
de tiempo a estas letras que se extrañan, pero algo siempre se cuela, se “prioriza”
y me aleja.
Como lo mencioné, he estado con las intenciones en un nuevo
proyecto. Hasta el 31 de diciembre de 2013, aún no existía ni la idea. De
repente, dos días después de recibida la energía arrasadora del nuevo año,
surgió la noticia; así como cuando una mujer se entera que en nueve meses dará a
luz. No es este mi caso por decisión propia (causante de reprobaciones
familiares) y se reduce, claro está, a un ejemplo o analogía de lo que implica
gestar algo, en esta oportunidad: una bella idea.
Como a veces me gusta actuar de “chica intrigante”, no avanzaré
con darla a conocer, hasta que sea un hecho, hasta que, evidentemente, la haya “parido”
(volviendo al ejemplo-analogía). Esto ocurrirá, si se cumple mi planificación,
decidida por cuestiones prácticas y también numerológicas, el 5 de abril. Un sábado
en el que haremos el más grande escándalo que escucharán todos en Palermo. Los
padres de esta idea estamos muy emocionados, expectantes, cuidando y trabajando
cada detalle para que su “presentación en sociedad” sea mejor que mejor.
Que valgan la pena la poca escritura de estos meses, el
descuido de algunas redes sociales que por estos días ya me lo han reclamado,
los trasnochos y, por supuesto, todos los nuevos aprendizajes en áreas del
conocimiento que yo nunca había pisado de otra forma diferente a lecturas superficiales relacionadas.
Y así empiezo el 2014, con toda la alegría, infinitas
expectativas, sin jefes; dedicada con mente, alma y corazón a algo con lo que
me identifico y con lo que siento que voy a dar un poco más de mí para hacer,
de a poco, un mundo cada vez mejor.
¡Allá vamos! a hacer realidad el escenario de esta
pareja de idealistas y soñadores que somos Erik y yo. ¡Un feliz y fértil 2014 para todos!