martes, 14 de mayo de 2013

Desde el cielo Tucumano


mayo de 2013

La última semana fue un paréntesis en la cadena de semanas consecutivas que lleva este año, de ahí también mi falta ante mi intento inicial de continuidad en este blog.
Gracias a algunas justificaciones laborales, pude conocer otra región de la geografía argentina, muy bella, por cierto. A la brevedad de tiempo allí transitado, le asigno entonces la herramienta literaria del listado. Citaré así diferentes puntos que iba escribiendo día a día en la contratapapa de uno de mis acompañantes paginados de autores extranjeros.
En mi gusto por resaltar los aspectos positivos por encima de aquellos que nos generaron algunas molestias (multas, el robo de un ipad, correcaminos corruptos, una llanta intencionalmente rota, etc.), aquí van las cosas de la semana que fueron realmente buenas:
- Que un (unos) polícia de tránsito que nos ha detenido por cometer una infracción nos deje ir sin multarnos.
- Después de varios años sin hacerlo, ver mi cuerpo completo sin ropa frente a un espejo amplio y descubrir que aún me gusta mucho lo que veo (y yo que me venía preocupando por estar arriba del 3er piso, ya no me preocupo más (... mejor me ocupo...)).
- Descubrir que de las 17 horas planificadas de carretera para llegar a nuestro destino, sólo nos tomamos 15 horas.
- Que cuando otro correcaminos nos detuvo, a causa de otra inocente infracción, le hiciste la broma del auto rojo y él, a pesar de tenerte en su poder, no podía hacerte nada. Sí que reímos aunque teníamos una nueva multa encima (nota: el auto es... ¡¡blanco!!).
- Cada vez que te veo sonreir.
- Poder detenernos en medio del desierto, vacío absoluto, descalzarme, pincharme los pies con las pequeñas piedras del camino y volver a reir juntos (1000 kms).
- Reconocer que en algún momento reciente por fin perdí mi temor a los perros.
- Mi primera experiencia en una avioneta a 800 mts de altura sobre San Miguel de Tucumán.

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